La Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo es para cada cristiano una invitación profunda a dejarnos transformar por Dios.
María nos muestra el camino de la fidelidad, la esperanza y la entrega total. Su vida nos recuerda que también nosotros estamos llamados a elevar nuestra mirada hacia el Cielo, a vivir con el corazón puesto en lo eterno y a caminar cada día con la certeza de que, si permanecemos fieles, un día también participaremos de la gloria prometida.