Más de dos mil jóvenes de las diferentes vicarías de la Arquidiócesis de San Salvador se congregaron el pasado 30 de agosto en la Plaza Divino Salvador del Mundo para celebrar el Jubileo Arquidiocesano de la Juventud. Con cantos, oración y un profundo espíritu de fe, los peregrinos iniciaron su camino hacia la Catedral Metropolitana, motivados por la esperanza de recibir la Indulgencia Plenaria.
La jornada comenzó con un espacio de animación dirigido por coordinadores juveniles, quienes, a través de Radio María y transmisiones en Facebook Live, compartieron mensajes de entusiasmo y alegría que contagiaron a los participantes.
El Jubileo, como tradición eclesial, invita a los fieles a caminar, hacer examen de conciencia, realizar actos de penitencia y disponerse a la reconciliación con el Señor, en un espíritu de renovación y compromiso cristiano. En esta ocasión, los jóvenes fueron recibidos en cuatro templos: Iglesia El Calvario, Iglesia El Rosario, Parroquia La Merced y Parroquia San Francisco.
Uno de los momentos más significativos fue la presentación de una reliquia de primer grado de San Carlo Acutis, joven beato reconocido por su testimonio de fe en la era digital. El Padre Neftalí Rogel, Director Editorial de Radio María y responsable de la Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis, destacó la importancia de este acontecimiento histórico: “Me siento regocijado al ver la respuesta de los jóvenes que han dicho sí a esta llamada. El Señor nos invita hoy con la misma fuerza con la que llamó al beato Carlo Acutis, y deseo cada día responder mejor al servicio de Dios”, expresó con emoción.
La experiencia también fue acompañada por religiosas y laicos. Para la hermana Berenice, de la congregación Siervas de la Misericordia Divina, la peregrinación tuvo un profundo sentido espiritual: “Para vivir este momento es esencial estar en comunión con la oración y con la ayuda de la Virgen María. Encomendamos a todos los jóvenes para que este Jubileo sea inolvidable en su vida y vocación”.
Los testimonios juveniles reflejaron la huella de este encuentro. Gilberto Figueroa compartió: “A veces la gente pregunta cómo se puede creer en lo que no se ve, pero Dios ha llegado a mi vida de diferentes maneras y eso me hace creer con más fuerza”. Por su parte, Alejandro Guardado resaltó la cercanía de Carlo Acutis: “Aunque conozco poco de él, siento que se identifica mucho con nosotros los jóvenes y con la pastoral juvenil. Es un gran ejemplo para este tiempo”.
Tras la peregrinación, los jóvenes participaron en un acto penitencial frente a Jesús Sacramentado, vivieron la reconciliación con el Señor y compartieron sus alimentos antes de celebrar la Santa Misa, que se convirtió en el eje central de la jornada. El Jubileo concluyó con un concierto bajo el lema “Cristo es nuestra esperanza”, que selló la experiencia de fe, alegría y compromiso de la Juventud Arquidiocesana.