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Radio María El Salvador celebró por primera vez la Natividad de la Virgen María con una programación especial en la mañana del 8 de septiembre, fecha en que la Iglesia universal conmemora el nacimiento de la Madre de Dios.
La jornada comenzó con una serenata a la Virgen Niña, gesto que recordó que la música y la alabanza son también expresiones de fe y amor. La actividad estuvo a cargo de los Halcones de Santiago Nonualco, bajo el liderazgo del Padre José Fidel Cortez Bonilla, vicario de la parroquia San Sebastián Analco en Zacatecoluca, quienes ofrecieron una hora cantada con doce temas marianos.
Posteriormente, el Padre Fidel presidió la Santa Misa, invitando a los fieles a contemplar a María como signo de esperanza y ternura divina.
La Iglesia celebra el nacimiento de la Virgen porque con su llegada al mundo comienza a brillar la aurora de la salvación. María representa el corazón puro y generoso que Dios preparó para recibir a su Hijo.
Durante la previa, el Padre Fidel Cortez explicó el origen histórico de esta fiesta: “La Santa Madre Iglesia comenzó a celebrar el nacimiento de la Santísima Virgen María allá por el siglo IV. La Iglesia Romana se fijó oficialmente en el año 600 d.C. Así como el Hijo de Dios tiene su día de nacimiento, también la Virgen merecía una fecha especial. Santa Ana, considerada estéril, recibió el don de la maternidad y trajo al mundo a María, quien con su nacimiento nos llenó de alegría”.
El Padre Fidel también compartió un testimonio personal de devoción mariana: “Yo también cumplo años un 8, pero de diciembre, día de la Inmaculada Concepción. No estaba previsto que naciera ese día, pero la Virgen intercedió ante su Hijo para que así fuera. Por eso soy muy devoto a la Virgen María”.
Con esta primera celebración, Radio María El Salvador se une a la alegría de la Iglesia universal, reafirmando su misión evangelizadora y ofreciendo a los fieles un espacio de fe, gratitud y esperanza en torno al nacimiento de la Madre de Dios.



Los inicios del Voluntariado
El liderazgo en Radio María es obra de Dios y de la Virgen Santísima, que nunca se cansa de cuidar a sus hijos y de suscitar en ellos la respuesta generosa a su llamado. Así, un sacerdote que inició como voluntario fue elegido por María para guiar esta obra evangelizadora. Hoy damos gracias porque el Padre Neftalí, en obediencia a la voluntad de Dios, cumple 10 años de servicio al frente de Radio María El Salvador. Que este aniversario nos recuerde que el verdadero liderazgo en la Iglesia es un camino de fe, confianza y entrega, donde María siempre conduce al encuentro con Cristo.
También, así como el Padre Neftalí escuchó la voz de la Virgen y respondió a su llamado desde el voluntariado, también hoy María sigue tocando corazones. Cada servicio, por pequeño que parezca, es un canal para que Dios obre y para que muchos conozcan su amor. Tú también puedes ser parte de esta misión: deja que la Virgen te llame, confía en su intercesión y únete al voluntariado de Radio María. Servir es descubrir que María nos lleva siempre a Jesús.
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Los inicios del Voluntariado
El voluntariado en Radio María es una gracia que nos permite no solo Evangelizar, sino también ser evangelizados. Es un espacio donde hermanos y hermanas se unen en un mismo espíritu de servicio, compartiendo la alegría de anunciar a Cristo. Entre tantos testimonios, también resplandece la experiencia de matrimonios que, aun en medio de pruebas y dificultades, han encontrado en este servicio un camino de unidad. Confiando plenamente en la intercesión de la Virgen María, han descubierto que servir juntos fortalece el amor y abre nuevas esperanzas para la vida familiar.
Por ello, invitamos a más hermanos y hermanas que atraviesan pruebas a unirse al amor maternal de María. En el servicio no solo se entrega, también se recibe: allí descubrimos mensajes de Dios que fortalecen la fe, renuevan la esperanza y nos ayudan a caminar unidos.
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Radio María El Salvador tuvo el honor de dar cobertura y transmisión, por segundo año consecutivo, al Cuarto Festival del Farolito en el Centro Histórico de San Salvador. La celebración se realizó desde la parroquia El Calvario, donde la luz de cientos de farolitos encendió la esperanza y la alegría en la espera de la Natividad de la Virgen María.
La Iglesia Católica celebra únicamente tres nacimientos: el de San Juan Bautista, el del Niño Jesús y el de la Virgen María. Dentro de esa tradición, el Festival del Farolito se ha convertido en una expresión de fe y cultura profundamente arraigada en el corazón de los salvadoreños.
El origen del Festival se remonta a 1850 en Ahuachapán, cuando un movimiento telúrico generó gran temor entre la población. En busca de refugio y consuelo, los fieles acudieron a la Virgen María con oración y velas. Ante la falta de energía eléctrica, los lugareños idearon los primeros farolitos de ocote, que con el tiempo evolucionaron en coloridas estructuras de bambú, madera y papel celofán.
Para muchos, esta celebración evoca recuerdos de infancia y, al mismo tiempo, acerca a los más pequeños a la ternura de la Virgen Niña. En 2014, la Asamblea Legislativa declaró el día de los Farolitos como Patrimonio Cultural Inmaterial de El Salvador, reconociendo su valor como expresión de identidad nacional.
Actualmente, la festividad se celebra entre el 6 y el 8 de septiembre con desfiles, altares, procesiones, actividades religiosas y culturales, atrayendo a miles de visitantes nacionales y extranjeros.
El párroco de la parroquia El Calvario, padre Elder Romero, relató cómo inició la tradición en la capital: “En 2022, una persona devota de la Virgen María me regaló unas novenas a la Virgen Niña y también 40 farolitos. Esa primera vez los colocamos en las gradas de la iglesia, en medio de ventas y de los hijos de las vendedoras del Mercado Sagrado Corazón. Fue una celebración muy sencilla, pero llena de amor y ternura”, recordó el sacerdote.
En 2023 la feligresía logró colocar alrededor de 400 farolitos. Este 2025, la celebración alcanzó un nuevo nivel con 1,200 farolitos de distintos colores alrededor de la parroquia, además de dos grandes estructuras luminosas ubicadas a la entrada del templo, que acompañaron el cortejo procesional.
El padre Elder destacó el sentido espiritual de esta tradición: “Siempre les digo a los hermanos que cada lucecita es un Avemaría. Es un recordatorio del momento en que la Virgen, con humildad y valentía, le dijo “sí” a Dios Padre”.
El sacerdote expresó además su anhelo de que, en el futuro, toda la ciudad de San Salvador se ilumine con la luz de la Virgen Niña, como signo de esperanza y amor.
Entre los asistentes, María Clarivel Turcio compartió su gratitud: “Me siento muy feliz de estar aquí, porque es el nacimiento de Nuestra Madre. Le tengo mucho agradecimiento y sé que es nuestra mejor intercesora ante Nuestro Señor Jesucristo. En mi vida siempre he sentido que la Virgen me ha sostenido a mí y a mis hijos en las pruebas”.
De esta manera, el Cuarto Festival del Farolito no solo iluminó el Centro Histórico de San Salvador, sino que también fortaleció la devoción mariana, transmitiendo a miles de fieles un mensaje de fe, luz y esperanza a través de la señal del 107.3 FM y de las redes sociales.



Los inicios del Voluntariado
Hace 24 años, hombres y mujeres dieron un “sí” valiente. Sin temor, confiaron en la Virgen María y comenzaron una obra que, hasta hoy, sigue transformando vidas: Radio María en El Salvador.
Han sido años de servicio silencioso, de oración constante y de entrega generosa. En cada salida misionera, en cada cobertura de eventos en Oriente, en cada voluntario que comparte su tiempo, se refleja la certeza de que la fe mueve montañas y abre caminos de esperanza.
Quienes han servido durante estos 24 años nos inspiran con su ejemplo. No buscaron aplausos ni reconocimientos, sino simplemente ser instrumentos de Dios. Y hoy su testimonio nos recuerda que la misión no es tarea de unos pocos, sino un llamado para todos: salir al encuentro, escuchar, acompañar y anunciar a Cristo con alegría.
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Los inicios del Voluntariado
Radio María no es solo una emisora: es una obra de evangelización al servicio de la Iglesia y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Nacida con el deseo de llevar la Palabra de Dios a cada rincón del mundo, su misión es ser una compañía espiritual, una escuela de fe y un puente de esperanza.
Se sostiene gracias a la oración, el voluntariado y la Divina Providencia de quienes creen en su misión. Es un proyecto de familia, donde cada aporte, grande o pequeño, contribuye a que la voz de María y del Evangelio llegue más lejos.
Escuchar testimonios de fe y esperanza puede animar a quienes sufren a ofrecer su dolor por otros, convirtiendo la pérdida en un acto de amor que da sentido y fortaleza.
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Los inicios del Voluntariado
Todo comenzó, con un “sí” sencillo pero lleno de fe y generosidad. Ese fue el punto de partida del Voluntariado, una respuesta humilde al llamado de Dios a servir con alegría. Lo que parecía un paso pequeño se convirtió en un compromiso que, con el tiempo, fue transformando vidas.
En esos primeros días no se caminó solo: hubo hermanos que, movidos por la misma ilusión y deseo de dar lo mejor de sí, se sumaron al proyecto. Ellos fueron los cimientos de una obra que hasta hoy sigue creciendo, sosteniendo con su ejemplo la misión de servir, acompañar y entregar tiempo, talentos y corazón.
Ese primer grupo de voluntarios fue como una semilla que, regada con sacrificio y esperanza, ha dado fruto abundante. Y todo nació de un “sí” confiado, que abrió caminos donde no los había.
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En este 2025, bajo la dirección del Padre Neftalí Rogel, Radio María El Salvador ha abierto un espacio significativo para que los niños salvadoreños pongan sus talentos al servicio de la evangelización. Con sus voces, frescura y entusiasmo, ellos se convertirán en portavoces de la fe, llevando un mensaje de esperanza a cada oyente.
Radio María El Salvador hizo una convocatoria que tuvo una entusiasta respuesta de 18 niños que acudieron a las pruebas para participar de este proyecto infantil. Gracias a su participación, se podrán ejecutar proyectos como: el Santo Rosario infantil, Cuñas Institucionales, Alabanzas para el tiempo de Adviento y la realización de un video navideño.
La convocatoria no solo reunió a pequeños de distintas edades, sino también de diversas zonas del país: Occidente, Paracentral y Oriente.
Entre las historias que resaltan está la de Adriana y Kevin, mellizos invitados por la conductora Gabriela Belén Díaz, quien motivó desde su parroquia y centro de estudios a que más niños se sumarán a la iniciativa.
Gabriela compartió con alegría: “Hemos salido en bastantes programas y hemos hablado de santos. Nos gusta mucho participar porque así otros niños aprenden un poco más del amor de Jesús.”
Por su parte, Mariela de Hernández, con más de 15 años de servicio y experiencia como conductora de programas infantiles, expresó: “Para mí es un placer continuar en la evangelización con los más pequeños de la casa. Recordemos que ellos son la futura fe católica y necesitan ser evangelizados. Qué bendición que sea a través de la señal del 107.3 FM.” Y concluyó con una frase de entrega: “Heme aquí.”
El entusiasmo también se refleja en la voz de los más pequeños, como Steven Daniel, de 10 años, conductor del programa Risa y Fe: “Estoy muy orgulloso y feliz de estar en el programa de Radio María. Espero hacerlo muy bien y llevarme bien con mis compañeros.”
Con estas iniciativas, Radio María reafirma su misión de evangelizar con alegría y sencillez, reconociendo que la voz de los niños es semilla de fe para las nuevas generaciones.
Invitamos a nuestros lectores y oyentes a no perderse las nuevas producciones que se estrenarán antes de finalizar este 2025, fruto de la creatividad, ternura y fe de nuestros niños salvadoreños.



Más de dos mil jóvenes de las diferentes vicarías de la Arquidiócesis de San Salvador se congregaron el pasado 30 de agosto en la Plaza Divino Salvador del Mundo para celebrar el Jubileo Arquidiocesano de la Juventud. Con cantos, oración y un profundo espíritu de fe, los peregrinos iniciaron su camino hacia la Catedral Metropolitana, motivados por la esperanza de recibir la Indulgencia Plenaria.
La jornada comenzó con un espacio de animación dirigido por coordinadores juveniles, quienes, a través de Radio María y transmisiones en Facebook Live, compartieron mensajes de entusiasmo y alegría que contagiaron a los participantes.
El Jubileo, como tradición eclesial, invita a los fieles a caminar, hacer examen de conciencia, realizar actos de penitencia y disponerse a la reconciliación con el Señor, en un espíritu de renovación y compromiso cristiano. En esta ocasión, los jóvenes fueron recibidos en cuatro templos: Iglesia El Calvario, Iglesia El Rosario, Parroquia La Merced y Parroquia San Francisco.
Uno de los momentos más significativos fue la presentación de una reliquia de primer grado de San Carlo Acutis, joven beato reconocido por su testimonio de fe en la era digital. El Padre Neftalí Rogel, Director Editorial de Radio María y responsable de la Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis, destacó la importancia de este acontecimiento histórico: “Me siento regocijado al ver la respuesta de los jóvenes que han dicho sí a esta llamada. El Señor nos invita hoy con la misma fuerza con la que llamó al beato Carlo Acutis, y deseo cada día responder mejor al servicio de Dios”, expresó con emoción.
La experiencia también fue acompañada por religiosas y laicos. Para la hermana Berenice, de la congregación Siervas de la Misericordia Divina, la peregrinación tuvo un profundo sentido espiritual: “Para vivir este momento es esencial estar en comunión con la oración y con la ayuda de la Virgen María. Encomendamos a todos los jóvenes para que este Jubileo sea inolvidable en su vida y vocación”.
Los testimonios juveniles reflejaron la huella de este encuentro. Gilberto Figueroa compartió: “A veces la gente pregunta cómo se puede creer en lo que no se ve, pero Dios ha llegado a mi vida de diferentes maneras y eso me hace creer con más fuerza”. Por su parte, Alejandro Guardado resaltó la cercanía de Carlo Acutis: “Aunque conozco poco de él, siento que se identifica mucho con nosotros los jóvenes y con la pastoral juvenil. Es un gran ejemplo para este tiempo”.
Tras la peregrinación, los jóvenes participaron en un acto penitencial frente a Jesús Sacramentado, vivieron la reconciliación con el Señor y compartieron sus alimentos antes de celebrar la Santa Misa, que se convirtió en el eje central de la jornada. El Jubileo concluyó con un concierto bajo el lema “Cristo es nuestra esperanza”, que selló la experiencia de fe, alegría y compromiso de la Juventud Arquidiocesana.




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