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Oraciones de la mañana

Como rezar las oraciones de la mañana

Para rezar las oraciones de la mañana en Radio Maria seguimos el siguiente orden

Señal de la Cruz
Ti Adoro
Padre nuestro
Gloria
Ave Maria
Creo
Acto de fe
Acto de esperanza
Acto de caridad
Acto de dolor
Oración en el Tiempo de Cuaresma
Angel de Dios
El eterno reposo
Oración por Italia rezada cada día en la Santa Casa de Loreto compuesta por Benedicto XVI
Angelus
Acto de espacial affidamento a Maria
Salve Regina
Oración por Radio María compuesta por San Juan Pablo II

He aquí en detalle, los textos de las oraciones de la mañana:

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre
y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén


Te Adoro

Te adoro Dios mío y te amo con todo el corazón. 
te doy gracias por haberme creado, hecho cristiano y conservado en esta noche. 
Te ofrezco las acciones del día, haz que sean según tu santa voluntad y para mayor 
gloria tuya. 
Líbrame del pecado y de todo mal. 
Que tu gracia esté siempre conmigo y con todos los que yo quiero. Amén!!

Padre nuestro


Padre nuestro que estás en el cielo, 
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

Gloria


Gloria al Padre
y al Hijo
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ave María


Dios te salve, María,
llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

Creo


Creo en Dios 
Padre, Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra. 
Y en Jesucristo, su único Hijo,
Nuestro Señor, 
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, 
nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios 
Padre, Todopoderoso.
Desde allí vendrá a juzgar a vivos y a muertos. 
Creo en el Espíritu Santo, 
la Santa Iglesia Católica, 
la comunión de los santos, 
el perdón de los pecados, 
la resurrección de la carne 
y la vida eterna.
Amén.

Acto de fe


Dios mío, porque eres verdad infalible,
creo firmemente todo aquello que has revelado
y la Santa Iglesia nos propone para creer.
Creo expresamente en ti, único Dios verdadero
en tres Personas iguales y distintas, 
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Y creo en Jesucristo, Hijo de Dios, 
que se encarnó y murió por nosotros, 
el cual nos dará a cada uno,
según los méritos, 
el premio o el castigo eterno.
Conforme a esta fe quiero vivir siempre.
Señor, acrecienta mi fe.

Acto de esperanza


Dios mío, espero de tu bondad,
por tus promesas 
y por los méritos de Jesucristo,
nuestro Salvador, 
la vida eterna y la gracia necesaria
para merecerla con las buenas obras 
que debo y quiero hacer.
Señor, que pueda gozarte para siempre.

Acto de caridad


Dios mío, te amo con todo el corazón 
sobre todas las cosas,
porque eres infinitamente bueno 
y nuestra eterna felicidad:
por amor a ti amo a mi prójimo 
como a mí mismo,
y perdono las ofensas recibidas.
Señor, haz que yo te ame cada vez más.

Acto de Dolor


Dios mío,
me arrepiento de todo corazón
de todos mis pecados
y los aborrezco,
porque al pecar, no sólo merezco
las penas establecidas por ti
justamente,
sino principalmente porque te ofendí,
a ti sumo Bien y digno de amor
por encima de todas las cosas.
Por eso propongo firmemente,
con ayuda de tu gracia,
no pecar más en adelante
y huir de toda ocasión de pecado.
Amén.

Invocaciones a Jesús


Divino Corazón de Jesús, te ofrezco,
por el Inmaculado Corazón de María,
Madre de la Iglesia,
en unión con el Sacrificio Eucarístico,
oraciones y acciones,
las alegrías y los sufrimientos
de este día en reparación
de los pecados y para la salvación
de todos los hombres,
en la gracia del Espíritu Santo,
para gloria del Divino Padre.
Amén
Jesús, derrama tus bendiciones
sobre la santa Iglesia nuestra Madre,
y sobre nuestro Santo Padre el Papa,
y sus obispos, sus gobernantes, su patria
y todos sus hijos.
Santificad a los sacerdotes, consolad a los misioneros,
inflama las órdenes religiosas, fortalece a los justos,
convierte a los pecadores, ilumina a los que no conocen tu amor, consuela a los afligidos y a todos los cristianos perseguidos,
dar trabajo y pan a los pobres, proteger a los niños, animar a los viejos,
defiende a las viudas y a los huérfanos,
da paz y prosperidad a las familias,
levantar a los enfermos, ayudar a los moribundos,
liberar las almas del Purgatorio
y esparcirse por todos los corazones
¡El dulce imperio de tu amor!
Dios, nuestro Padre,
de donde proviene todo bien,
Te agradecemos la ayuda que nos brindas.
en la realización de nuestro trabajo.
Oramos por todos aquellos que trabajan en empresas, fábricas, servicios sociales,
en las minas, en los campos, en las oficinas, en los medios de comunicación, en las escuelas,
en los hospitales, en las calles, en el mar, en los cielos, en los hogares.
Orientar a los jóvenes en la elección de sus vocaciones y profesiones.
Que nadie se quede sin trabajo. Concédenos a cada uno de nosotros hacer Tu voluntad,
trabajando con valentía y conciencia, con alegría y amor fraternal.
Amén.

Invocación al Espiritu Santo


Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles,
y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Oración de Cuaresma


Te adoramos, Cristo, y te bendecimos, 
porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Ángel de Dios


Ángel de Dios,
que eres mi custodio,
pues la bondad divina
me ha encomendado a ti,
ilumíname, guárdame, defiéndeme
y gobiérname.
Amén.

El eterno reposo


Dale Señor el descanso eterno.
Brille para él la luz perpetua.
Descanse en paz. Amén

Ángelus


El ángel del Señor anunció a María.
Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios te salve, María…
He aquí la esclava del Señor.
Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María…
Y el Verbo de Dios se hizo carne.
Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María…
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Jesucristo.
Oremos
Infunde, Señor,
tu gracia en nuestras almas,
para que, los que hemos conocido,
por el anuncio del Ángel,
la Encarnación de tu Hijo Jesucristo,
lleguemos por los Méritos de su Pasión y su Cruz, a la gloria de la Resurrección.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Gloria al Padre… (3 veces)
De Pascua a Pentecostes en lugar del Angelus se recita el 
Regina Caeli 
Reina del cielo alégrate; aleluya.
Porque el Señor a quien has merecido llevar; aleluya.
Ha resucitado según su palabra; aleluya.
Ruega al Señor por nosotros; aleluya.
Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya.
Porque verdaderamente ha resucitado el Señor; aleluya.
Oremos
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
has llenado el mundo de alegría,
concédenos, por intercesión de su Madre,
la Virgen María,
llegar a alcanzar los gozos eterno.
Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Gloria al Padre… (3 veces)

Acto de espacial affidamento a Maria


María, Madre de Jesús y Madre mía, 
en este día, yo, pequeño hijo tuyo, 
me consagro totalmente a Ti 
para vivir una vida santa: 
para ser tu pequeño siervo, 
para que tú, dulce Madre, 
puedas contar siempre conmigo 
y pueda ayudarte a llevar 
a término en mí el designo de amor
que el Padre tiene sobre cada uno de nosotros.
Dame, oh Madre de Jesús y María mía, 
la gracia de ser siempre fiel 
a la Iglesia y al Santo Padre y unido a ti, 
amar y adorar al Señor Jesús.
Amén.

Salve Regina


Dios te salve, Reina
y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve.
A ti llamamos
los desterrados hijos de Eva;
a ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos;
y después de este destierro,
muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh, clementísima, oh piadosa,
oh dulce Virgen María!

Oración de San Juan Pablo II por Radio María 


María, orienta nuestras opciones de vida, 
fortalécenos en la hora de la prueba, 
para que fieles a Dios y al hombre, 
afrontemos con humilde audacia, 
los senderos misteriosos de las ondas radiales, 
para llevar a la mente y al corazón de cada persona 
el anuncio gozoso de Cristo, redentor del hombre.
María, estrella de Ia evangelización, camina con nosotros, 
guía a Radio María y se su protectora.  Amen.
Maria Reina de la paz
ruega por nosotros
Maria Reina de las familias
ruega por nosotros

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